lunes, 21 de febrero de 2011

Buscando Rock'n'Roll

Un día salí de casa en busca del Rock'n'Roll para no volver jamás. Ese día todavía no ha terminado. El R’n’R sigue vivo pero me ha cogido saliendo de casa. No hay nada peor en esta vida que ir a la búsqueda de algo sin salir de casa. Mi casa es amplia, pero el R’n’R no llega con la fuerza suficiente para que yo salga de ella. Sin embargo, sigo pensando que un día salí de casa en busca del R’n’R para no volver jamás.
 
 

En la acera de enfrente estabas esperándome. Una pequeña mochila en tu espalda no indicaba que tuvieras muchas cosas que llevar contigo. Fue el primer síntoma de que aquello no iba a salir bien. Hay quien piensa que cuando sales de casa lo mejor es no llevar demasiado equipaje, pero yo creo que eso indica que piensas volver en algún momento. Yo no llevo maleta, no sé como andar con ellas. Hay una conspiración de carácter mundial que impide que pueda arrastrar bien una maleta de ruedas por muy buena que sea. He probado con miles de ellas y no funciona. Todo el mundo a mi alrededor camina a paso ligero arrastrando sus maletas adecuadamente sobre sus dos pequeñas ruedas, pero yo soy incapaz de andar sin que la maleta se descontrole. Si volviera a nacer me gustaría traer de serie algunas habilidades básicas nuevas que no tengo en esta vida y que no tendré por mucho que salga de casa buscando el R’n’R. Andar arrastrando adecuadamente una maleta de ruedas es una de las principales. A algunos les gustaría volver a nacer con una polla más grande, con más inteligencia, con habilidad para el bricolaje, pero una de mis prioridades es saber mover una maleta de ruedas sin que oscile según avanzo.

Cuando entro en un aeropuerto lo paso muy mal. No me gustan los aeropuertos. Prefiero las estaciones de tren, tienen un toque más romántico. Y no están llenas de mostradores donde acercarse con tu maleta oscilante e inestable. En los aeropuertos todo el mundo tiene prisa. Incluso los que tienen tiempo de sobra para llegar a su avión. Un aeropuerto siempre transmite un punto de incertidumbre especial porque no sabes muy bien si tu vuelo se va a retrasar o si va a ser cancelado. Aunque no lleves maleta. Aunque no acabes de salir de casa buscando el R’n’R para no volver jamás.

No me gustan tampoco las mochilas: Me suda la espalda. Me resultan más cómodas que una maleta de ruedas, pero hay momentos en los que el contacto continuo me hace sudar la espalda, y eso me gusta casi tan poco como no poder controlar una maleta de ruedas. Quizás sea más cómoda porque me hace ir más rápido y para salir de casa en busca del R’n’R hay que estar preparado para correr. Pero no quiero que el R’n’R me encuentre sudado. Prefiero el ridículo de la maleta de ruedas inestable y oscilante. Prefiero tener la espalda libre para recibir puñaladas si se presenta la ocasión.

¡Qué día más largo! Sigo buscando el R'n'R. Quizás siga buscándolo mucho tiempo, pero los días suelen tener limitada su duración. Estoy perdiendo el tiempo pensando en otras cosas mientras el R’n’R espera a que yo lo encuentre.

Al menos, para eso he salido de casa.
 
Al menos, eso quiero pensar.


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